lunes, 27 de octubre de 2008

Niños Campeones de Beisbol de 1957


Orgullosamente Mexicanos... Orgullosamente Regios....


Fue en una tarde del verano de 1957. El lugar: Williamsport Pensilvania. Ángel Macías salió al terreno de juego con la convicción reflejada en el rostro. Detrás del espigado jugador, saltaron al campo sus compañeros quienes representaban a la liga de Monterrey México. Estaban listos para tomar sus posiciones. No lo sabían, pero estaban a punto de escribir historia. Sus rivales: los altos y fornidos integrandes del equipo de beisbol de la liga de La Mesa, en el próspero estado norteamericano de California.
Las diferencias entre los integrantes de ambas escuadras era notoria: los californianos altos, provenientes de una liga que se jugaba entre los habitantes de una próspera región de clase media alta del sur de los Estados Unidos. Los mexicanos provenían de los barrios más pobres de la aún semi industrializada Monterrey. Mientras unos estaban acostumbrados al triunfo, los otros apenas se presentaban por primera vez en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas. Los norteamericanos lucían orgullosos sus uniformes recién hechos para el partido. Los mexicanos, solían remendar y lavar sus uniformes después de cada encuentro. Unos se sentían los dueños del deporte y otros estaban a punto de tomarlo en glorioso comodato.
Ángel Macías tenía entonces 12 años (como la mayoría de sus compañeros de equipo) y poseía la capacidad de subirse al montículo y lanzar tanto con el brazo derecho, como con el izquierdo.
Aquella tarde de 1957, el país entero se paralizó. Las calles de las principales ciudades se vaciaron. La radio, el principal medio de comunicación de aquel entonces, consiguió los derechos para transmitir en vivo aquel juego final que definiría al campeón del mundo en ligas pequeñas. En casas, comercios o cantinas, la gente se arremolinaba alrededor del aparato para escuchar los pormenores del partido.
Los chicos no los defraudaron.
Roberto Maíz, quien era otro de los integrantes de aquel equipo, hace poco contaba en una entrevista: "Nunca olvidaré ese día mientras viva. Yo jugaba el jardin izquierdo. Nunca me llegó la pelota. Esta apenas salió del cuadro. Hubo 11 ponches y siete roletazos o globazos en el terreno. Yo anoté empujé la primera carrera y anoté la tercera".
Cuando llegó el tercio final de la séptima y última entrada, el estadio entero se había vuelto loco. Cuentan las crónicas que en México ese día había demasiado silencio. Solo se escuchaba la emocionada voz de un narrador que poco a poco fue describiendo la manera como Ángel Macías retiraba uno a uno a los poderosos bateadores del que era considerado el mejor equipo del mundo en su categoría.
Nunca le encontraron la pelota. El último lanzamiento, según cuentan, fue antológico: una impresionante recta que el americano en turno abanicó con toda su frustración. Macías lo había logrado. Tiró un juego perfecto (es decir, cero hits, cero bases por bolas, cero carreras) y consiguió así una hazaña sin precedentes en la historia del deporte mexicano.

Los "pequeños gigantes" regiomontanos habían conseguido el título mundial de beisbol infantil. El país entero estalló en júbilo. Los Chicos tardaron un mes en regresar a nuestro país. Antes fueron recibidos por Dwight D. Eisenhower, el entonces presidente de Estados Unidos, quien les ofreció un desayuno en la Casa Blanca reconociendo así su victoria.
Cuando regresaron a México, el país entero les rindió tributo. Habían conseguido lo que antes se consideraba imposible: un título mundial en el entonces deporte más popular de la nación.


Aqui les dejo un link para que vean un poco de la historia de estos niños hoy hombres:



Saludos ... RH

8 comentarios:

EL TRABAJO HUMANO dijo...

Buenas noches me parece estupenda esta historia, tuve la oportunidad de ver la version de los hechos en una pelicula en blanco y negro de la epoca y me parecio un gran logro a seguir en cada una de las facetas de la vida, lo que demuestra que el limite es el cielo y que cuando las cosas se hacen con pasion todo es posible.

Saludos desde Maracaibo, Venezuela

Lic. Luis Ramirez

Ruben cano dijo...

Nunca hay suenos grandes de alcansar cuando tienes un espiritu fuerte

Creo que en mexico seriamos los mas grandes deportistas si se
Dejara el.interes economico por un lado y bieran lo que se puede ganar " ganando"

La Unik radio Tv dijo...

EN ESTE EQUIPO JUGO MI PADRE QUE ORGULLO VER ESA FOTO DE EL

Unknown dijo...

Y donde entrenaban cuando eran niños en q parte de monterrey

Unknown dijo...

Y donde entrenaban cuando eran niños en q parte de monterrey

Unknown dijo...

Sabes donde entrenaban de niños en que parte de monterrey

Unknown dijo...

Sabes donde entrenaban de niños en que parte de monterrey

Gipsy Henry dijo...

es la mas bella historia de honor y de gloria, que han escrito unos niños como los que jugaron ese juego, me dio tanta alegria saber que fue un episodio de la vida real, me alegra tanto que les hayan pateado el culo, a los malditos racistas y los mas delincuentes del planeta los malditos yanquis